Ojo del Cielo, Puerta de la Tierra (Remastered)

Ayori: -Asiente con la cabeza y sonrie tiernamente mientras que se le levanta- perdon... si les soy una molesta en el trayecto del viaje... aunque me tienen que acompañar al campamento y asi poder pedir permiso de mis superiores jaja...

Entonces se oyen pasos, al principio lejanos, luego mas cercanos y por último se oían tan claramente como si estos estuviesen ha espaldas de nuestros protagonistas. Los pasos se pararon en seco, se podía oler y escuchar con claridad el aliento de la sombra que tenían detrás.

-Muy bien, ladrones. Daos la vuelta. Dijo con voz tenue. Entonces sono el ruido de un libro cayendo contra el suelo a los pies de Astrea y los demás. -¡Cadenas Sombrías, manifestaos! Repuso terriblemente. Del libro salieron cadenas negras que apresaron a los presentes. Eran fuertes y rígidas, no los soltarian con facilidad, ha menos que su amo lo ordenara. Como serpientes las cadenas dieron la vuelta nuestros héroes y pudieron ante ellos al mismisimo Rey Gerudo. Era alto y bello de tez clara, su mirada era fría como el hielo pero a la vez era colerica y oscura.

Ayori: -Trata de liberarse- maldito... sueltanos... -le mira con su ojo descubierto, desafiantemente y deja de tratar de soltarse para no gastar energía- que haces rondando por aquí gerudo...? creo que el rey de hyrule dejo bien en claro que no podías pasar los limites de este lugar... ya que recuerdo que mi padre estuvo en ese dia junto al rey...

Miro con aire de suficiencia ha las 2 chicas, aunque atadas hablaron con valentía algo que le saco una pérfida sonrisa de sus labios. -¿¡El rey de Hyrule?! Ese maldito no es mi rey i nadie me dice donde puedo o no puedo estar.- Contesto tajante ha Ayori.

Entonces se fijo en Astrea y le devolvió la mirada con frialdad. -Jo soy Itram el rey Gerudo y este lugar pertenece a los Gerudos desde tiempos inmemoriables. Os eh observado y vigilado desde que apareciste por el desierto Astrea.- Entonces miro Ayori sombriamente. -Se quien eres tu Ayori, eres una de esos malditos esbirros del Negaverso. Dile ha ese rufián de Metalio que yo y solo yo haré mía Hyrule. Y que la presencia de sus escorias en mis tierras lo tomare como una declaración de guerra hacia mi gente.- Dijo con seriedad y las cadenas soltaron Ayori. -Vete ahora antes de cambie de idea y tengas el mismo fatídico destino que el resto de estos miserables.- Miro con severidad ha Ayori para se marchara cuanto antes.

Ayori: de que hablas....? negaverso? metalio?... perdóname pero me estas confundiendo de persona... -le mira y al ser soltada se levanta rapidamente y le queda viendo con algo de furia en su ojo- es mejor que les suelte si no quiere que tengamos una pelea... aunque conociéndole creo que querrá pelear... -rápidamente toca algo debajo de su capa y suspira-

El Rey Gerudo chasqueo los dedos y rápidamente el lugar fue rodeado por las soldados Gerudo. No había salida alguna, estaban completamente rodeados. Las Gerudo vestían de rojo, cubrían sus rostros con unos velos y portaban 2 grandes espadas curvas en forma de luna creciente. Itram se volteo hacia Ayori con absoluta serenidad en su semblante. -¿Confundiendo? No querida mía, aquí los únicos confusos sois vosotros al creer que podíais plantarme cara y mentirme ante mi propia presencia.- Sonreía confiado ha sabiendas de que cualquier intento de rebeldía por parte de nuestros héroes acabaría en nada y el resultado acabaría igual o peor para todos si Ayori hacia un paso en falso. -Por ultima vez Ayori, sera mejor que te dejes de chismes conmigo, puedes mentir y engañar ha todos, incluso ha ti misma salvo ha mi.- Repuso con aspereza.

El Rey Gerudo entonces presto atencion ha Ghisarim. -¡¿Castigo?! ¡Yo te enseñare ha ti y al rufián de tu amo que es el castigo!- Dijo con voz terrible mientras desenvainaba la legendaria Espada del Poder, creada lo la deidad Din desde tiempos inmemoriables. -Prendedles.- Dijo apuntando hacia el séquito de Astrea y las Gerudo se avalanzaron como un Tsunami enfurecido hacia nuestros héroes.

Ayori: -se asusta un poco al escuchar al gran hombre, da un paso hacia atras y se agacha- jajajaja ¡ya me hiciste enojar! -Rapidamente corre hacia alguna de las guerreras gerudos y hace una Enbestida, haciendo que estas tengan una gran herida en el vientre cayendo, unas guerrera salto hacia ella, esta solo da un Salto Tajante- jajaja algo más por favor~ jajaja

El Lord Oscuro no se inmuto lo mas mínimo ante lo que vieron sus propios ojos pero lleno de ira dio un grito de guerra ensordecedor, cualquier otro sonido era vacuo, mudo en comparación a la imponente voz de Itram en ese momento. -¡Cadenas sombrías, Volad, estrangulad y rescatad!- Sin perder tiempo el Grimorio saco millones de cadenas de entre sus páginas alzando el vuelo, estas adoptaron forma de enormes y majestuosas alas cadenadas, que con cada batida chirríavan metalicamente. Entonces otro millón de cadenas fueron como serpientes al encuentro de los Lizalfos, cogiéndoles por el cuello y estas estrangularon hasta que las cadenas arrancaron de cuajo las cabezas de los guerreros reptil. Tras terminar con ellos las cadenas serpentearon rescatando a las Gerudo heridas y las que cayeron en la trampa de arenas movedizas, poniéndolas ha salvo fuera del alcance del conjuro de Astrea. -Atended a las heridas y retiraros.- Las Gerudo obedecieron sin rechistar y se fueron del lugar. Ahora el Rey Gerudo estaba solo.

Itram ladeó la vista hacia Astrea y su séquito, empuño su espada con ambas manos y esta de repente exhibió un aura de un intenso fuego. Se puso en posición he hizo un ataque circular llameante. La onda expansiva que creo libero una gran cantidad de vientos cortantes y abrasadores contra nuestros héroes que iba en todas direcciones, no tenían tiempo de esquivar su ataque y tratar de pararlo seria como tratar de parar el chorro de fuego de un Rey Dodongo desquiciado. No suficiente con eso si por un casual trataban de evitar el ataque del Rey Gerudo lo único que conseguirían, seria caer en las arenas movedizas y quedarían enterrados vivos.

OFF: Felices fiestas y comed mucho.
PD: Y que os den muchos :cuccoregalo::cuccoregalo::cuccoregalo:

Ayori: -aunque estaba lejos de la batalla trataba de ir de igual modo- tengo que ir, es enemigo del rey... tengo que matarlo con mis propias manos... -algo empieza a brillar debajo de la capa, ella va corriendo hacia otro lado ocultandose- maldita mascara... no brilles ahora... estupida cosa...

La barrera les protegió de las ondas cortantes pero el ataque circular de Itram estaba combinado con una llameante ola de calor abrasador y esta aun no se había disipado. En consecuencia la imprudencia de Ghisharim al salir de su barrera para atacar ha Itram de frente fue un error fatal y este empezó arder rodeado de llamas espontáneamente quedaría calcinado en cuestión de segundos. El Lord Oscuro se agarro ha una cadena sombría yéndose disparado hacia arriba evitando así la embestida del quemado y funesto Ghisharim.

Astrea retiro su conjuro de tierra y uso en su lugar uno de lluvia pero fue prácticamente fútil ante las intensas llamas y las nubes se disiparon en un abrir y cerrar de ojos convirtiéndose en simple vapor caliente. Ella alejo a los demás del peligro pero cayo inconsciente, mientras tanto el Rey Gerudo encima de su Grimorio de oscuras cadenas aladas fueron en su busca, las cadenas cogieron a la indefensa chica y se fueron al Este en dirección a la Fortaleza Gerudo. Mientras iban volando vio como regresaba Ayori. -¡Ja sabes lo que tienes que hacer, así que date prisa! Dijo de pasada desde las alturas Ayori, dejando tras de si una maligna risotada.

Ya era de noche y Astrea estaba en las mazmorras mas profundas de la fortaleza del Lord Oscuro.