Llegó hasta uno de los cuartos de las habitaciones superiores que había en el hotel sin novedades, al parecer el supervisor del edificio le había dejado pasar sin ponerle pegas de ninguna clase, lo que le hacía pensar que realmente esta propiedad estaba abandonada y llena de ocupas que jugaban a las casitas.
Abrió el ventanal del cuarto para airear el espacio cerrado y ojeo el exterior, viendo que un bosque rodeaba el hotel, al parecer apartado de cualquier población cercana. Desde luego este era el sitio perfecto para un asesino en serie. Y aparte de eso, la gente que merodeaba el hotel parecía hacerlo por puro pasatiempo.
Entornó la mirada mientras el viento golpeaba con suavidad el tejido de la capucha oscura.