El Laberinto del Dodongo

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    Hace tiempo que el Héroe del Tiempo destruyó al Rey Dodongo en la Montaña de la Muerte. Tiempo después cuando la Monarquía de Hyrule fue restaurada, el hijo de Darunia pidió la ayuda del Reino Hyrule para sacar algunos Dodongos que un habitaban la enorme caverna Dodongo.

    Los Gorons planeaban expandir su ciudad por la creciente población que tenían, mas no podían desalojarla solos. El Reino Hyrule aceptó ayudar a sus aliados los Gorons en esta difícil tarea.

    No había opción los dodongos debían morir para desalojar toda la caverna, pero no sería cosa sencilla. Un caballero al servicio de la Corona llamado Coruy Cid ideó diversas tácticas en contra de los Dongos y una vez que todo estaba planeado, comenzó la misión.

    La tarea no fue fácil, muchos Dodongos perecieron sin embargo se conservaron 3 de ellos por ordenes del Rey, con la finalidad de estudiarlos, ya que Granny y el Científico del Lago le propusieron al Rey estudiar a los Dodongos para desarrollar algún tipo de tecnología (armas, medicina, etc.)

    Con ayuda del ejército Hyrule, Gorons y Hylianos desalojaron toda la Caverna Dodongo.

    Para poder estudiarlos, se construyeron cámaras debajo de la tierra donde fueron resguardados. Para evitar que convivieran entre ellos la cámara donde estaban fuese expandida para que al final, se convertirse en un laberinto. Así los Dodongos se perderían entre ellos y no podría reproducirse.

    Años después el proyecto se abandonó debido a la muerte del Científico del Lago. El enorme laberinto quedó abandonado pero los Dodongos no murieron. De alguna forma, encontraron la manera de alimentarse y se reprodujeron. Ahora el Reino podría estar en peligro, pero nadie sabe donde está el laberinto. Solo un grupo de héroes podrá salvar a Hyrule de una plaga de Dodongos.

    OFF: Lean el Spoiler, contiene las reglas para este ROL

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    Capítulo I: El incendio



    Coruy Cid: -Oh, pero que entretenido es hacer escudos. Una de las actividades que más disfruto es darle curva a...- decía para mi mismo cuando de pronto un estallido se escuchó muy cerca de mi herrería. Salí corriendo para ver lo que acontecía.

    -¡¿Qué ha sucedido?!- grité viendo a la gente correr, tres puestos del mercado habían explotado, dejando volar collares, frutas y tapetes por todos lados. Corrí para ver lo que sucedía en esos puestos cuando encontré una señora ensangrentada corriendo, la detuve para cuestionarla y solo dijo.

    Señora: -¡El piso explotó, el piso explotó!- dijo al tiempo que siguió corriendo.

    Corruy Cid: Corrí hacia dichos puestos para ayudar a quien pudiera. Me extrañó mucho la ausencia del ejército, al llegar muchos valientes arribaron también...

    No les presté mucha atención pues el horror ante mis ojos no lo pude evitar, en las ruinas de aquellos puestos pude ver algo que jamás creí volver a presenciar en mi vida, era la huella de un Dodongo.

  • - Ya lo sé, ya lo sé... ¿Acaso no es suficiente con las voces que tu mismo me produces en mi cabeza querdia Etma?... Bueno bueno, nadie te manda a meterte cuando sabes que estoy con una hermosa mujer en la ca...

    De pronto una explosión interrumpe esta extraña conversación que llevo. Yo estoy familiarizada con ella, pero siempre he sido visto como una especie de loco por conversar solo. El punto es que no estoy solo.

    Tras la explosión se forma un caos terrible, y una jugosa sandía salió volando impactando directamente en mi cara - Mmmm... Tenía hambre ¡Gracias Diosa mía! - Tras esto, me siento en un lugar apartado de la ruta y comienzo a disfrutar mi comida mientras observo la situación.

  • - Entonces yo, lo veo de lejos a Coruy Cid porque hubo exploción muy grande y no escucho muy bien.

    Necesito algo para que me allude a escuchar mejor. Te doy mi espada para luchar yo tengo otra de repuesto.

    - Gracias a Dios no perdí la vida pero ahora no escuho del todo.

  • Recién había llegado a la ciudadela en busca de mi objetivo. Mirando desde el techo de uno de los locales intentaba buscar a mi "presa", pero era algo extraño ¿Por qué en un lugar tan lleno de personas? Y lo peor, toda esa gente parecía estar pasándola de maravilla, era imposible que mi presa estuviera por aquí.
    De pronto, una fuerte explosión me sacó de balance.

    La gente comenzó a gritar y a correr con desesperación. Me abrí paso entre ellos junto esquivando cosas que caían del cielo y a las mismas personas hasta llegar al lugar de los hechos.

    — Encontré mi presa... — dije observando la huella que se encontraba frente a mí.

  • Corrí hasta que llegué con un viejo para que me ayudara con los oídos. Ya no me davan más los oídos.

    Cuando veo tenía una huella de pie de Dodongo. No me quedaba otra que salir pronto de allí. Pero no me hizo daño. Hasta que de pronto se convirtio en un pequemo Dodongo. Mi espada no era muy fuerte pero me quería atacar.

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    Coruy Cid: Se disipaba el humo de la explosión revelando mis sospechas, era precisamente un huella Dodongo la que se marcaba en el suelo. Por un momento creí ver a un Bebé Dodongo pero era solo un perro quemado, sobreviviente de la explosión. Noté que un Zora que paseaba por ahí tuvo una confusión parecida.

    Otras personas se acercaron para apreciar mejor la huella y al quedar el piso completamente despejado, se pudo apreciar un túnel cavado en el piso. Tenía aproximadamente 2 metros de diámetro.

    -Dónde está el ejército- pensé, alguien debe bajar a investigar que hay en ese túnel...

    No se notaba presencia del ejército o algo por el estilo, me dirigí a la gente alrededor y les dije con voz de ánimo -Lo que haya provocado la explosión puede hacerlo de nuevo, debemos averguar que fue ¿Quíen decide acompañarme al tunel?-

  • TGGuerrero :He escuchado con poco oído a alguien que gritaba. Por suerte lo deje desmayado al Dodongo ahí.
    Y escucho de nuevo el mismo grito que decía: ¿Quíen decide acompañarme al tunel?-
    Me fuí corriendo y encontré a mi amigo Corouy Cid. De la nada me siento bien de los oídos por un momento.

    - Ahí estás.

    Fuí y lo encontré ahí a Corouy Cid.

  • A lo lejos veía como todo volvía a una relativa calma. Después de tan grande explosión era normal que la tensión se mantuviese.

    Luego, un brillo metálico, correspondiente a una espada me llamó la atención. Noté de inmediato que un pequeño grupo que intentaba reunirse - Sí, yo también creo lo mismo - le dije a Etma de forma seria, pero sonriente - Está bien, está bien... será una oportunidad para probar lo que estamos logrando como grupo, además, será una buena oportunidad de ganar una nueva historia para relatar a una hermosa dama con necesidades... ¿Qué?... ya sabes que nunca es suficiente, debo aprovechar mi juventud - Luego, tras un breve silencio, mi mirada cambia drásticamente - En una de esas, podemos encadenar algo... ya te dije que dos Stalfos no son suficientes.

    Tras esa extraña conversación me dirijo al grupo que al parecer se dirigirá al túnel, mas de lejos. Como siempre, prefiero observar.

    Mientras avanzo, noto el cadáver de un perro quemado - Pobre... Bueno, no hay que desperdiciar nada - En seguida saqué mi querido libro, pronuncié unas palabras olvidadas y extraje lo que necesitaba del cadáver - Sé que tienes que comer mujer, pero déjale un poco a los moribundos nuevos amigos.

  • Al parecer no fui la única en acercarme al lugar de los hechos, algunas personas también se quedaron observando la gran huella. Pero no sólo era eso, al parecer había un túnel, tal vez por donde la criatura llegó y escapó. Un hombre de los allí presentes propuso ir al túnel, de cualquier forma tenía pensado entrar sola, pero no parece que vaya a ser así.

    — Yo iré.— dije mientras me acercaba a donde la entrada al túnel se encontraba. — Ahí hay algo que estoy buscando.— me giré hacia los demás con seriedad, sin denotar en mi rostro emoción alguna. — Sólo quiero aclarar algo. Si llego a toparme con lo que busco.... no quiero que ninguno se meta en mi camino.— sonaba cortante, lo sé; pero era mi trabajo y no me agradaba la "valentía" de ciertas personas.

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    Coruy Cid: Entre la gente, algunos se ofrecieron a seguirme. Entre ellos, un Zora, una joven Hylian de vestido negro con detalles rojos y un par de civiles de apariencia común, que se animaron a apoyarme.

    -Aquellos que me vayan a ayudar ¡síganme!- dije con voz fuerte tratando de no prestar atención a las palabras de la joven hylian, aunque no podría olvidarlas.

    Tomé un pedazo de la madera sobrante de los puestos accidentados, y usando el escaso fuego que aún había improvisé una antorcha. Desgraciadamente no llevaba ni mi espada ni mi escudo, solo mi cota de malla la cual traía a menudo.

    Comenzé a bajar por el tunel, a escasos pasos dentro de él giré la cabeza para saber quién se había animado a seguirme...

  • Yo seguí por el túnel pero por ahora no me encontré nada raro allí dentro... De pronto escucho pasos muy grandes pero yo seguí i camino igual con mi caballo - Necesito algo para beber - Hace mucho calor ahí dentro. Cabe un poco con mi espada que tenía y encontré agua para vivir.

    Yo ya me sentía muy bien de mis orejas. Pero pensé - Espera antes no se escuchaban unos pasos - Cuando voy a ver al lado mió había un Dodongo a punto de nacer. No sabía si matarlo o experimentarlo...

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    Coruy Cid: No fue mucho lo que caminamos cuando pude percatarme que el túnel estaba sellado, quizá un derrumbe dentro había bloqueado.

    -Hay que regresar- dije a todos los que me seguían -el camino está bloqueado y no podemos continuar-

    Al subir, soldados del castillo se hicieron presentes en el lugar. Escuchando a la gente que hablaba de lo sucedido, hubo uno se acercó al valeroso grupo que había bajado a investigar.

    Soldado: -Coruy Cid, la Familia Real le ha encargado una misión especial-

    Coruy Cid: -La Familia Real sabe que cuentan con mi lealtad incondicional, pero hace más de 15 años que no he sido llamado por la Familia Real-

    Soldado: -La Familia Real no olvida a sus leales guerreros, siempre ha estado presente en la mesa de consejeros como una opción-

    Coruy Cid: -¿Cuál es esa misión de la que me hablas?

    Soldado: -Quisiera plantear esto en privado, tu y tus súbditos deberían acompañarme a un lugar más privado-

    Coruy Cid: -Ellos no son ni súbditos ni vasallos míos, son un grupo de voluntarios que se decidió a bajar por aquel túnel a investigar. De hecho me sorprendió la ausencia de la milicia en un caso como este-

    Soldado: -Le explicaré todo más adelante, mientras, vayamos a tu herrería- dijo el Soldado al dar la vuelta

    Coruy Cid: -¿A mi herrería? Bah, antes solía llevarme a las cortes del castillo para formalizar la entrega de misiones- pensé, aunque no dejaría que la falta de formalidades evitaran mi emoción por mi primer encargo Real en mucho tiempo.

    Comencé a caminar me volví hacia atrás -Deberían seguirme, una consigna Real no es algo que deba evadirse- les dije a mis compañerós y luego desvié mi paso hacia un individuo desconocido, que vestía una capucha colo negro, entonces en voz baja dije -Tu también deberías acompañarnos, sé que has estado observando y en tus ojos veo ganas de acción- concluí con un tono incitador.

    Continué siguiendo al Soldado, esperando que los demás nos siguieran.

  • - ¿En mis ojos? ¿Cómo sabes que son míos? - Dije mientras me acercaba sin apuro... sonriente... Siempre me ha llamado la atención el comportamiento de ciertas criaturas... vivas...


    De apoco me acerqué a ese hombre - ¿Qué gano con ir aparte de la acción que ves en mis ojos señor observador? O... ¿Qué ganas tú al ir conmigo? - Mi mirada como siempre fría y profunda. De inmediato, noté que ese tal Coruy llevaba en su alma algo interesante.

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